Una tarde gris, una jòven cualquiera andaba en bici por las calles de un barrio.
Mirando el paisaje a los costados, vio a un muchacho que, desde el jardìn delantero de una casa, se dirigìa a ella con actitud amigable y agitando un cigarrillo en su mano, evidentemente armado de forma artesanal.
Mirando el paisaje a los costados, vio a un muchacho que, desde el jardìn delantero de una casa, se dirigìa a ella con actitud amigable y agitando un cigarrillo en su mano, evidentemente armado de forma artesanal.
La jòven notò que aquel muchacho estaba queriendo decirle algo, probablemente invitarla a compartir aquello de lo que èl y un otro disfrutaban.
Ella se detuvo a los pocos metros con su bicicleta. Ratificò con sorpresa alegre que se le estaba convidando de algo seguramente muy gustoso y dudando muy pocos segundos (una de sus pròximas paradas era "ciudad libro", en la que pasarìa el resto del dìa hasta caèrsele la noche cansada sobre la mollera) se acercò y compartiò algunas palabras y unas pitadas con aquellos generosos y simpàticos humanos.
Aunque se trataba de una amena reuniòn, la jòven hubo de retirarse agradecida, es que debìa ir a la
pinturerì...
Saliò del comercio feliz de haber comprado lo que necesitaba y a precio muy barato, habiendo superado asì sus propias expectativas.
Una vez subida a la bicicleta, la jòven se colocò los auriculares. Sonaba "Goin' out of my head", de the zombies.
Y sentì que ilustraba perfectamente - Y sintiò que aquella canciòn acompañaba muy bien su recorrido.
Bendito sea poner el reproductor de mùsica en random. A veces
(Benditos aquellos que te invitan a fumar random).
http://www.youtube.com/watch?v=AtWjYTWGu6I
http://youtu.be/AtWjYTWGu6I
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